Si estás pensando en realizar un viaje este otoño, un acierto seguro es visitar Francia.

En esta época del año, Francia, ofrece una experiencia sensorial mágica. ¿Y por qué visitar Francia en otoño? Es la época en la que la naturaleza y la cultura se unen en una sinfonía de colores y tradiciones, invitando a los viajeros a descubrir una Francia íntima, llena de encanto y sorpresas. El otoño en Francia despierta los sentidos y promete experiencias inolvidables en cada rincón del país.

La variedad de destinos para visitar en Francia es inmensa. Por ello, te mostramos un breve listado de los lugares más relevantes que deberías visitar:

Uno de los destinos más conocidos, París, la ciudad de las luces. En otoño, esta ciudad se viste con tonos cálidos, donde los parques presentan un manto de hojas doradas y te invitan a tomar un chocolate caliente.

Es la mejor temporada para visitar la famosa París, donde la ciudad está menos concurrida por los visitantes, lo que permite disfrutar de los principales puntos de interés sin las multitudes del verano. Los museos y galerías ofrecen exposiciones fascinantes, y el clima templado invita a pasear por los encantadores bulevares mientras se disfruta de la gastronomía parisina en su mejor momento.

Esta ciudad es famosa por sus mercadillos navideños, siendo el más antiguo de Francia.  En otoño es el arranque de estos mercadillos. Además, puedes visitar la majestuosa y famosa Catedral de Norte Dame, y dejarte cautivar por su impresionante arquitectura gótica. Explorar el encantador barrio de La Petite France, con sus casas de entramado de madera y canales, es una experiencia única. Además, el Palacio Rohan, los puentes sobre el río Ill y la Plaza de la República son lugares emblemáticos que vale la pena visitar para sumergirse en la historia y la belleza de la ciudad.

Lo ideal de la temporada de otoño es la baja afluencia de visitantes para dejarte trasladar en el tiempo por las calles medievales de esta encantadora ciudad. Puedes disfrutar de los tonos otoñales de los parques y jardines de la ciudad, como el Jardín de Plantas y el Parque Peyrou, están adornados con los tonos cálidos del otoño, creando un ambiente tranquilo y pintoresco para pasear y disfrutar de la naturaleza. La Place de la Comédie, el casco antiguo y la arquitectura histórica también son puntos de interés imperdibles en Montpellier.

Niza, en la Costa Azul, deslumbra con su elegancia costera y cultura vibrante. La famosa Promenade des Anglais ofrece vistas panorámicas, mientras que el encantador casco antiguo, Vieux Nice, con sus calles empedradas, es un tesoro histórico.

Sus museos, como el Matisse y el de Arte Moderno, exhiben arte excepcional. La gastronomía regional, con platos como la socca y el pan bagnat, deleita los paladares con sabores mediterráneos.

Niza fusiona su belleza natural con una oferta cultural rica, atrayendo con su sofisticación y esencia mediterránea.

Alsacia, un lugar sacado de un cuento, te cautiva con sus pueblos pintorescos, casas de entramado de madera y paisajes de viñedos ondulantes. Estrasburgo, su capital, deslumbra con su catedral gótica y canales, mientras que Colmar enamora con sus calles empedradas y mercados navideños encantadores. Los castillos alsacianos y la exquisita gastronomía, especialmente sus vinos y platos como la tarta flambée, ofrecen una experiencia única que combina historia, cultura y belleza escénica en un solo lugar.

Toulouse, la Ciudad Rosa por el color de sus ladrillos, mezcla historia y modernidad. Sus hitos como la Place du Capitole y la Basílica de Saint-Sernin reflejan su rica arquitectura e historia. Los museos de arte y aeroespacial, como el Museo de los Agustinos y la Ciudad del Espacio, ofrecen una experiencia cultural única.

El río Garona y su animado ambiente ribereño junto con la deliciosa gastronomía local, incluyendo el cassoulet y los vinos regionales, son irresistibles. Toulouse invita a sumergirse en una experiencia que fusiona historia, arte y una cocina excepcional.

Normandía ofrece una experiencia única, por sus paisajes y su historia. Explora los impresionantes acantilados de Étretat y las playas del desembarco del Día D, testigos históricos de la Segunda Guerra Mundial. Sumérgete en la majestuosidad del Mont Saint-Michel, una joya arquitectónica en medio del mar considerada una de las maravillas del mundo. Disfruta de la deliciosa gastronomía local, con especialidades como los quesos camembert y la sidra. Normandía te invita a descubrir una combinación inigualable de paisajes impresionantes, historia emocionante y exquisiteces culinarias.

Las ciudades francesas son un destino perfecto para poder visitarlo en otoño, debido a su baja afluencia de turistas. Es perfecto para poder ver todos los monumentos más reconocidos y disfrutar de la forma de vida de sus habitantes. Desde el Institut français, animamos a la gente a que visite Francia como destino y se deje llevar por su cultura, tradiciones y gastronomía. ¡Puedes visitar nuestra web para descubrir más sobre la cultura francesa e irte preparando matriculándote a un curso de francés para que la experiencia sea completa!