Con la colaboración de la asociación Caostica, organizó la proyección de la película Sur l’Adamant, de Nicolas Philibert, en el marco del festival Gizazinea. Tras la proyección, hemos disfrutado un coloquio con Rubén de Pedron.
L’Adamant
L’Adamant es un Centro de Día único: es un edificio flotante. Construido a orillas del Sena, en pleno centro de París, acoge a adultos que sufren trastornos mentales, ofreciéndoles un marco de atención que les estructura en el tiempo y el espacio, les ayuda a reconectar con el mundo y a recuperar un poco de impulso. El equipo que lo dirige trata de resistir lo mejor que puede al deterioro y la deshumanización de la psiquiatría. Esta película nos invita a subir a bordo y conocer a los pacientes y cuidadores que, día tras día, inventan la rutina diaria.
Rubén de Pedro nos cuenta qué le llevó a trabajar en psiquiatría:
«Nací en Vitoria un frío día de invierno de 1978… y como siempre he sido muy curioso, me interesé por el funcionamiento del cuerpo humano, así que estudié medicina. Como mi curiosidad nunca estaba satisfecha y siempre me interesaron los misterios de la mente, empecé a trabajar en el mundo de la psiquiatría en 2004, donde sigo. Actualmente trabajo en un programa de Osakidetza llamado «Tratamiento Asertivo Comunitario», que atiende a personas con trastornos mentales graves que no acuden a las instalaciones habituales, como los centros de salud mental. Un equipo de enfermeras, un monitor y un trabajador social atienden a las personas en su domicilio, cuando no pueden salir de casa, y a las personas que viven en la calle. También trabajo en el servicio de urgencias psiquiátricas del Hospital de Basurto y tengo una consulta privada. También soy analista de grupo (terapia de grupo de orientación psicoanalítica). En todos los ámbitos, hago lo que puedo.
Mi trabajo consiste en llegar donde otros sistemas no han podido llegar, así que siempre es un reto muy estimulante.»