Banda sonora imaginaria de la novela «Bénie soit Sixtine» de Maylis Adhémar (Julliard, 2020)

La colaboración entre la discográfica InFiné (París-Lyon-Berlín, 2006) y la Fonoteca francesa no es nueva. Incluso hay que remontarse a antes de la existencia de la Fonoteca para encontrar rastros de los fuertes lazos que se desarrollaron posteriormente: de hecho, sus artistas Aufgang, Francesco Tristano y Arandel ya han actuado en el escenario del Institut Français de Valencia o en festivales de la comunidad.

InFiné se creó en torno al músico Agoria, Yannick Matray y Alexandre Cazac. Objetivo: abrir nuevos terrenos musicales, superar los límites técnicos y renovarse para liberarse mejor de las etiquetas. Además de producir discos, la discográfica y sus artistas participan en la investigación del sound design y los medios sociales. InFiné es más una plataforma musical que un simple sello discográfico.

A InFiné le gustan las colaboraciones, poner en contacto mundos a priori lejanos: electrónica y baile, la música clásica con ambient o techno o la música tradicional con la música electrónica… Un campo de posibilidades tan inagotable como fascinante.

La primera referencia del sello, Not for piano (2007), del pianista Francesco Tristano, define bien la estética musical de InFiné: ¡inspirada tanto en la música clásica como en el techno de Detroit!
Desde entonces, InFiné ha producido artistas tanto franceses como internacionales: su músico «estrella» Rone, Arandel, Carl Craig, Clara Moto, Labelle, Bachar Mar-Khalifé, Vanessa Wagner… la lista es larga pero el punto común entre todos estos artistas con horizontes muy diferentes: el rechazo a ser catalogados y a seguir las modas. Y es al honor de este magnífico sello discográfico que apreciamos y que nos fascina mucho en la Fonoteca francesa.

*Bonus* Frente a la pandemia, InFiné ha lanzado este invierno la InFiné box, un magnífico objeto que permite seguir la actualidad discográfica del sello al tiempo que sumergirse en su catálogo histórico. Una buena manera de dar apoyo a la música independiente.

Hace 2 años, Leo Bar Creek y Vickie Chérie, The Pirouettes, anunciaron su separación como pareja con el lanzamiento de dos magníficas canciones: «Pli du coeur» y «San Diego», cuyo videoclip formalizó su ruptura (con un telón de fondo del american dream finalmente alcanzado). ¿Estos dos temas marcaron el final de la banda? Pues bien, no realmente: eran anunciadoras de «Équilibre», su tercer álbum y el epílogo (¿?) de su bonita aventura musical y amorosa. Firman un doble disco muy pop sobre la separación amorosa y el equilibrio que hay que volver a encontrar. Mientras que su marca era cantar al unísono, las voces de Leo y Vickie toman ahora caminos separados para responder mejor el uno al otro. A pesar de la tristeza, «Équilibre» es sobre todo una invitación a bailar y a disfrutar del momento presente. ¿El futuro? Bueno, ya veremos… recordamos las letras de «Ça ira ça ira»: «Et même si rien n’est pareil/ L’amour est intemporel».