En el marco de la clausura de la 5ª edición del Festival "Oui!, Festival de T(h)eatre en francés de Barcelona". "Du silence à l’explosion" / Del silencio a la explosión, obra escrita por Céline Brunelle, nos explica cómo franceses solidarios y exiliados luchan juntos todos los días. La palabra se destila a lo largo de los tres actos en un crescendo inexorable y utiliza el rap como discurso radical. A veces mezclando varios idiomas (francés, inglés, portugués, árabe), los textos estallan como una necesidad vital.
«Du silence à l’explosion”/ Del silencio a la explosión es un himno a la solidaridad y un homenaje a los héroes y heroínas de nuestro tiempo que han desafiado todos los peligros para llegar hasta nosotros.
Un espectáculo total, multicultural y multimedia, nos cuenta cómo los franceses solidarios y exiliados luchan a diario, mano a mano, por una vida digna juntos.
Del silencio a la explosión viene después de “Mon livre de la jungle (My Calais Story)” / Mi libro de la jungla (My Calais Story). Una secuela sin serlo.
Céline Brunelle continúa con su labor de testigo. Comprometida desde 2014 en el acompañamiento voluntario de los exiliados en territorio francés, nos cuenta las luchas cotidianas, las que unen a los ciudadanos franceses y exiliados de todo el mundo.
Ha coescrito Mi libro de la jungla (My Calais Story) con Isaiah. Mezcla de narración y slam, entre el teatro documental y el teatro onírico, este espectáculo se basa en la videocreación, que se convierte en la escenografía completa.
Después de haber hablado de los caminos que nos llevan y de nuestras fronteras, contra las que nos estrellamos, Céline Brunelle nos habla ahora de la recepción en suelo francés.
Entrega un texto construido como un mosaico, basado en su propia experiencia y la de su familia. Una multitud de personajes, una multitud de situaciones cruzadas. Los diálogos y monólogos se cruzan y describen de forma incisiva las condiciones de acogida en el territorio. Estas escenas capturan un momento, como una fotografía robada. Salimos de las situaciones tan rápido como entramos en ellas. El tiempo suficiente para sentir el agotamiento, la ira o el aburrimiento.
Superponiendo descripciones e intercambios fácticos a los sentimientos interiorizados de los protagonistas, la obra pone de manifiesto la tensión permanente que generan las decisiones lentas, brutales e injustas. Y a veces surge el humor en medio de estas situaciones omnipresentes.
El espectáculo consta de tres actos: del silencio al ruido / del ruido al grito / del grito a la explosión. Las palabras se liberan en el transcurso de una hora de actuación de «alta tensión». La palabra se destila a lo largo de los tres actos en un crescendo inexorable. Para acceder a una palabra que se derrama y reinventa perpetuamente, el rap era una opción obvia.
El rap es utilizado como forma radical de hablar. El flujo que surge cuando los personajes ya no pueden callar su ira, su desesperación y su depresión.
Para ello, Céline Brunelle recurrió a Isaiah, un joven egipcio criado en Francia, con quién ya ha colaborado en Mi libro de la jungla (My Calais Story), y a Jonaskay, un joven exiliado que creció en Angola.