En el marco de la segunda edición de "Otoño verde" y en colaboración con la galería franco-española La Causa Galería, el Institut français presenta una exposición individual "Circa 0" del pintor Matthieu Pommier. La exposición, comisariada por Manuela Medina, ofrecerá un fresco mural realizado in situ que cubrirá toda la Galerie du 10.
Del 15 de noviembre hasta el 31 de enero de 2025, el Institut français de Madrid acoge en su galería la exposición Circa 0 de Matthieu Pommier.
La obra de Matthieu Pommier se centra en la relación entre el hombre, la máquina y la naturaleza. El hombre, como «cuerpo extraño», encarna una presencia pasajera colocada al mismo nivel que los objetos y las construcciones que lo rodean. La naturaleza, inmensa y abstracta, deja entrever un lirismo admirativo. En su obra, la barrera entre lo visible y lo invisible desaparece, transformando lo figurativo en una visión onírica, casi metafísica, de la realidad que nos rodea.
El artista destaca así nuestra exposición a las preocupaciones pasajeras del día a día que nos alejan de lo más urgente: la necesidad de volver a lo duradero, de recuperar la ilusión a través de lo colectivo.
Visualmente, la intervención de Matthieu estará compuesta por grandes áreas de abstracción y paisajes naturales invadidos por la presencia humana, pero desde un punto de vista lúdico
Circa 0 hace alusión a la idea de un punto de partida, a un equilibrio inestable en el sentido de que el 0 puede sugerir un retorno a un estado inicial, una reconsideración de los referentes temporales. Cercano al inicio de un ciclo, al final de otro. En el punto de partida, como símbolo de un vacío o de un comienzo.
Matthieu Pommier
Matthieu Pommier, también conocido bajo el seudónimo Matth Velvet, comenzó a pintar murales a principios de los años 2000 en el oeste de Francia. Desde sus inicios, el universo marítimo e industrial con el que estuvo en contacto influyó profundamente en sus primeras investigaciones artísticas. La vida portuaria y el paisaje del Atlántico dejaron una huella visible en su obra, que evolucionó a partir de esos referentes.
Dibujante apasionado, Matth Velvet se inclinó naturalmente hacia las artes aplicadas, manteniendo en paralelo una práctica constante del graffiti. Con el tiempo, abandonó el aerosol y adoptó la pintura acrílica y el óleo, técnicas que le ofrecieron un mayor control sobre los colores y sus interacciones. Aunque inicialmente también trabajó como diseñador industrial, Velvet acabó dedicándose por completo a su práctica artística.
Su obra pictórica, siempre figurativa y llena de color, se caracteriza por un delicado equilibrio entre lo onírico y lo cotidiano, lo ficticio y lo real. En sus composiciones, el artista asocia sus recuerdos personales con una observación detallada del entorno que lo rodea, combinando elementos de su propia historia con los paisajes que ve a diario. La arquitectura y los objetos manufacturados ocupan un lugar central en su obra, simbolizando nuestras actividades y aspiraciones. Los personajes que aparecen en sus pinturas, a menudo representados en multitudes, son observados desde cierta distancia, actuando como figurantes en los contextos que los rodean.
Velvet refleja un mundo en el que todo parece ser una presencia pasajera, frágil y volátil, en espacios cargados de artificialidad. A través de su estilo figurativo y colorido, el artista crea escenas que invitan al espectador a interpretarlas, ya que siempre contienen una dimensión narrativa subyacente.
Autor de numerosos murales de gran envergadura y exposiciones tanto en Francia como en el extranjero, Matth Velvet sigue desarrollando su obra artística. Después de haber vivido y trabajado en diversos lugares, actualmente reside junto al mar en Saint-Gilles-Croix-de-Vie, aunque también tiene su estudio en Burdeos, donde continúa explorando su fascinación por la relación entre el ser humano, los objetos y el entorno.