En el marco de la XIV edición del festival de videoarte de Madrid "Proyector".
Inauguración
Inauguración el jueves 16 de septiembre, a las 19:30h. Inscripción previa imprescindible, pinchando en aquí.
Artistas
Lukas Marxt (aus), Marie Ouazzani (fra) – Nicolas Carrier (fra), Rubén Darío Díaz Chávez (ecu), Bárbara Fluxá (esp), Sergio Cáceres (esp).
Performance de Sara Padilla Grimalt (esp), el 16 de septiembre, a las 19:30h, en el teatro del Institut français.
Proyecciones: Enar de Dios Rodríguez (esp), Lukas Marxt (aus) y comisariado de la BIENALSUR (arg).
PROYECTOR
PROYECTOR/Festival de Videoarte nació en el año 2008 con la apremiante necesidad de dar a conocer los nuevos materiales, herramientas, medios y soportes que en la escena cultural contemporánea venían tomando asiento.
Un año más, el Festival de Videoarte PROYECTOR vuelve a Madrid entre el 8 y el 19 de septiembre de 2021.
Unas 100 obras de videoarte experimental, videoinstalaciones monocanal y multicanal, videoperformance, piezas interactivas u obra creada en exclusiva para el festival, se podrán descubrir en distintas galerías, salas independientes y centros de arte repartidos por la ciudad de Madrid. El festival ocupará 22 espacios muy distintos y colaborará con colectivos y proyectos sociales y medioambientales activos en la comunidad.
EN EL INSTITUT FRANÇAIS DE MADRID: “LA HUMANIZACIÓN DE LA NATURALEZA”
Para la 14ª edición de PROYECTOR y en el marco de la Temporada Cultural #TIFE 21 Un planeta (en) vivo, el festival realiza una programación especial con las obras de unos artistas destacados franceses e internacionales en torno a «La humanización de la naturaleza». Las obras presentadas tendrán una conexión con la ecología, el medio ambiente y la imagen en movimiento.
Naturaleza
Sustantivo femenino
1- Conjunto de las cosas que existen en el mundo o que se producen o modifican sin intervención del ser humano.
2- Principio creador y organizador de todo lo que existe.
El concepto plantea un enfrentamiento: el ser humano frente a la totalidad de lo que existe. Pero también plantea una reconciliación, o quizá un sometimiento: el ser humano como parte de ese todo. Y he aquí la paradoja. ¿Cómo controlar aquello que todo lo controla? ¿Por qué esta pretensión titánica, ciega? La exposición del Institut français de Madrid ahonda en estas cuestiones.
El ser humano, pozo insaciable, parece haber aprendido a dominar la naturaleza antes de aprender a dominarse a sí mismo. Reducida a un mero instrumento al servicio de nuestras necesidades, la verdadera esencia de la naturaleza se nos escapa de las manos. Pero, ¿de dónde vienen estas necesidades? ¿Realmente se orientan hacia nuestro bienestar? Inmersos en un ritmo de vida frenético, olvidamos plantearnos el fin último de nuestros actos, con lo que perdemos de vista sus consecuencias, devorando todo a nuestro paso al tiempo que dejamos de sentirnos parte de esa misteriosa armonía que la naturaleza entreteje. Ahora el equilibrio ha desaparecido. Si se encuentra, es aparente. La explotación sistemática de la naturaleza nos aleja de nosotros mismos, impidiendo que veamos con claridad, forzándonos a un vacío mirar.
Hoy, más que nunca, es fundamental repensar nuestra relación con el planeta que habitamos como si fuéramos desconocidos. El canto de los pájaros, el caer de las hojas en otoño, la lluvia golpeando contra el cristal… todo ello se nos escapa. Sólo cuando es demasiado tarde, cuando las especies se extinguen, los árboles se marchitan, el agua escasea, somos conscientes del abismo que nos rodea. Y a veces ni esto es suficiente.
Decía Aristóteles que el ser humano desea, por naturaleza, saber. Hoy sabemos que nuestros deseos están acabando con la naturaleza. ¿Qué postura tomar ante el enfrentamiento que nos ocupa? —enfrentamiento que, con todo, no tendrá ganadores ni vencidos más que nosotros. Planteémonos entonces a dónde nos conducirá este sometimiento de la naturaleza a parámetros humanos, esta reducción aniquiladora que, en su delirante y desbocado proceder nos aleja más y más de nosotros mismos, de nuestros entorno, futuro y raíces, humanizando lo que no debe ser humanizado puesto que, en el fondo, ello nos aboca a la deshumanización de nuestro porvenir.
Comisariado a cargo de Federica Iozzia