Urban Brahms, creado en 2016 por Nima Sarkechik, busca enlazar, a través de la música clásica, universos artísticos que en apariencia se oponen. Partiendo del origen humilde de Brahms, hijo de posaderos, creó este proyecto con el objetivo de volver a dar una dimensión popular a la música clásica.

El proyecto Urban Brahms tiene como objetivo tratar el arte como un idioma, considerando que cada lenguaje artístico depende de un mundo social específico. Rechazando cualquier juicio de valor, este enfoque se basa en la búsqueda de vínculos sin jerarquía entre las artes y por lo tanto, entre las personas. Esta actuación marcará, por tanto, el encuentro de dos lenguajes artísticos muy diferentes: el del pianista franco-iraní Nima Sarkechik y el de Miss Beige, alter ego creado por Ana Esmith.

Nima Sarkechik es un pianista francés de origen persa, intérprete de música clásica. También toca el santur e interpreta música folclórica persa. Se ha dado a conocer tocando en varios lugares de bellas artes, como el Museo de Orsay en marzo de 2007, la Galería Nacional de Arte de Washington, el Museo Nacional de Londres y el Salón de Otoño de París el 12 de diciembre de 2019. Nima Sarkechik también actúa en prestigiosas salas de concierto de todo el mundo, como el John F. Kennedy Center for the Performing Arts de Washington, D.C.

«De origen iraní, este joven pianista es un rebelde amable que no se deja encasillar, lo que no es el menor de sus encantos. ¿Cómo se puede ser persa y al mismo tiempo tan vienés con Schubert, tan germánico con Brahms, tan francés con Debussy? Un secreto bien guardado, pero el lirismo y la calidez se dispensan generosamente” – Gilles Macassar, Télérama

«El joven pianista combina el ardor con el rigor, la potencia – violenta, instantánea – con el repliegue al borde del silencio, la certeza con la vacilación de la improvisación…» – Alain Lompech, Diapason

Desde 2016, Miss Beige se pasea por la escena artística y cultural pero su verdadero espacio de actuación es la red social de Instagram. Miss Beige, a la vez artista y modelo, es una identidad presentada como radicalmente alejada de los nuevos cánones que se imponen en la red social. Esto empieza por el propio uso monócromo del beige, un color aséptico con el que critica la obsesión por el retoque, el filtro y los mecanismos de autoengaño que nos ofrecen nuestros dispositivos y aplicaciones de imágenes. Lejos de la hipersexualización, Miss Beige enfatiza en los aspectos más corrientes e incluso aburridos de nuestra cotidianidad.