La fragancia de Vendredi sur Mer surge como entre montañas de mármol y un pacífico lunar. Dibuja un universo vivificante, de una blancura a la vez oscura y luminosa, del que surge suavemente una voz erótico-glacial que congela el tiempo, como en un sueño.

Paradójicamente, a veces se puede sentir que el electro-pop de Vendredi sur Mer se tiñe de un toque chispeante y travieso, revelando una música entonces llena de inocencia y ligereza. Charline Mignot, también conocida como «Vendredi sur Mer», es una joven música suiza que desarrolló desde su infancia un punto de vista muy personal sobre el mundo que la rodea.

Tras publicar tres títulos en tres años, la expectación en torno a su proyecto no ha dejado de crecer. Vendredi sur Mer presentó su primer EP Marée Basse, un formato de seis canciones que contó con la participación de Lewis OfMan en la parte de producción, con quien la joven artista disfrutó mucho trabajando. Con Serge Gainsbourg, Étienne Daho y las letras del rap francés (Orelsan, Nekfeu) como herencia, su primer EP pone de manifiesto su sed de contar historias en la música.

En marzo de 2019, lanzó su primer álbum de electro-pop Premiers émois, un álbum rosa pálido, de raso, con bolas de purpurina vintage, glamuroso con mucho amor. Habla más que canta. Encanta porque canta la palabra pena con chispa.

Para mayores de 16 años (necesario traer DNI).