La misión era excepcional: durante veintiocho días, entre Marsella y Mónaco, el biólogo y fotógrafo submarino Laurent Ballesta y otros tres experimentados buceadores permanecieron confinados en una cámara de 5 metros cuadrados, con el fin de explorar la zona de 100 metros de profundidad sin límite de tiempo, y revelar así los tesoros naturales de las profundidades poco conocidas del Mediterráneo. Este desafío humano, técnico y científico fue impulsado por el deseo de un investigador aventurero que no deja de superar los límites del buceo, para hacer realidad un sueño hasta ahora inalcanzable: recorrer las profundidades marinas en libertad durante horas. «Gombessa V», como Laurent Ballesta ha bautizado cada una de sus expediciones con el nombre del celacanto, un pez que durante mucho tiempo se creyó mítico, movilizó a un equipo de treinta profesionales experimentados a lo largo de dos años de intensa preparación y un total de cuatrocientas horas de inmersión. Esta película recorre la epopeya colectiva, día a día, a través de imágenes deslumbrantes.

Alizée Chiappini y Adèle Flaux captan la emergencia de una generación que, a su manera pragmática, abierta y combativa, imagina un nuevo compromiso ciudadano. Trabajando en red, los activistas de «La Base» no dudan en cruzar el Canal de la Mancha para recibir lecciones de no violencia de sus primos británicos o acercarse a los «chalecos amarillos» para acercar las luchas sociales y medioambientales. Salpicado de momentos fuertes, como el bloqueo de La Défense, «la república de los contaminadores», frente a gestores ulcerados o aprobadores, este relato claro, lleno de sentido de la urgencia, da vida desde dentro a un año y medio de una movilización sin precedentes, una lucha que les valdrá a sus «líderes» detenciones, gaseos y procesos judiciales.

Este fascinante documental es a la vez un manual político y una novela de iniciación, ya que la aventura pasa por diferentes fases en las que el entusiasmo da paso a la desilusión antes de encontrar una nueva vida.“Es una causa muy legítima y muy seria, que se está convirtiendo en un motor de la lucha de los jóvenes. Es el miedo a un mal futuro. Intentamos comprender su compromiso no sólo desde el punto de vista de su metodología de acción, sino también desde el punto de vista de las opciones de vida que acompañan a este compromiso. Su compromiso es total. Hay una gran intensidad emocional en estos movimientos, comparten mucho, invierten todos los espacios, incluso se exponen a la represión. Mi compromiso es contar su historia” – Adèle Flaux (Fuente: France Inter).

Un barco navega por el océano, azotado por el oleaje. A bordo, unas cuarenta personas desafían la tormenta. Estos miembros de la asociación Centre Terre se dirigen al borde de la Patagonia – «el mundo del fin del mundo» – hacia la isla chilena de Madre de Dios. Este territorio, de 40 kilómetros de largo y 25 de ancho, sumido en la lluvia trescientos días al año, no fue explorado formalmente por primera vez hasta 2010. En la isla, esperan a los científicos glaciares de mármol, cuevas del tamaño de una catedral y un bosque primario digno de un decorado de ciencia ficción. Durante dos meses, el equipo multidisciplinar franco-chileno, compuesto por espeleólogos, geólogos, botánicos y arqueólogos, permanecerá en la isla con total autonomía para estudiar su singular historia geológica, hacer un balance de sus especies, algunas de ellas endémicas, y recorrer la historia de los pueblos que la habitaron.