La primera edición del Concurso bilingüe de microrrelatos (francés/español) ya tiene a sus ganadores que se dieron a conocer en un acto celebrado el pasado jueves 14 de diciembre a las 19h en la Mediateca del Institut français de Madrid.

Descubre a los ganadores de la primera edición

Foto de grupo con los ganadores y finalistas.

GANADORES

>>> EN FRANCÉS:

  • Bis repetita non placent – Gauthier Bélison

On dirait des vrais zombies ! Version cabotins. Bas de gamme. Je vous jure, à mourir de rire. Et vas-y que ça défile et que ça brait à qui mieux mieux. Le bal des simagrées. Tiens, voilà l’autre avec sa trogne de croque-mort… Et elle, avec son fard poudreux, là. Allez, arrête ta pantomime, c’est mort. Que du chiqué, la Sarah Bernhardt… Dites donc, commence à me fatiguer, Tartuffe, avec ses prêchi-prêcha. Pitié ! Mortelle, l’oraison. Vont finir par me foutre le cafard, les histrions. Ça va que c’est qu’une fois, leur procession autour de mes quatre planches. Allez, chut.

  • Levez les yeux ! – Sophie Espinosa

On dirait des vrais zombies… Dressés sur leurs jambes chancelantes, ils déambulent dans la rue d’un pas hésitant, le dos courbé, le buste enfoncé. Leur teint est livide, leurs yeux globuleux, rivés vers leur main droite. Seul semble contraster avec les gestes gauches de ces automates un mouvement précis frappant de détermination et précision. A droite, à gauche, en haut, en bas. Les pouces désarticulés de nos morts vivants glissent sur les écrans bleus satinés, synchrones comme dans un ballet, enchaînant les pas glissés, les entrechats, les pas de deux.

A chaque mouvement, la dose qui les maintient en vie.

>>> EN ESPAÑOL: 

  • En un Ministerio, hace ya mucho – Luis Fernando Álvarez Herrero

Son como zombis, pensaba mientras aquel desaliñado funcionario -chaqueta raída, lamparones, corbata mal anudada, mangas color ala de mosca…- me miraba de hito en hito por encima de unas antiparras sin patillas que hacían equilibrios sobre su nariz. Protegido por su ventanilla ministerial, escrutaba cada papel que acompañaba mi instancia con una desagradable mueca «boca de U invertida». De repente, su semblante se iluminó mientras decía victorioso: «¡En el certificado de penales falta una póliza de 5 pesetas!»

En ese instante -Dios es justo- cayó un rayo y lo fulminó. Desde entonces anda por ahí de zombi de verdad.

  • 13 de nov. del 2015, sala Bataclan – Enrique Rubio Rueda

Son como zombies, pienso mientras las veo bailar. Se mueven despreocupadas, ajenas al poder que tienen. La luz es tenue y la música horrorosa. La chica negra me mira. Tiene ojos grandes y culo de infarto. Me acerco y le digo que me gusta su inexistente bolso. Me sonríe, ¡joder, ha funcionado! Acaricio su cara y casi al besarla noto el calor de su cuerpo, pero un calor de rojo intenso que mancha mis manos. Sus ojos se apagaron para siempre. No me dijo su nombre, pero yo le susurro el mío todas las noches desde aquel día.

FINALISTAS

>>> EN FRANCÉS:

  • Les rides prises chemin (de fer) faisant – Valentino Carnevale

– On dirait des vrais zombies ! – pensais-je, en observant les autres passagers, courbés sur leur portable au regard fixe, inexpressif. L’allure goyesque de ceux qui veulent vider la mer avec une cuillère, se faisant redresser comme des clous tordus destinés au dépotoir à la fin de la ligne d’assemblage.

Soudain, réfléchi sur la vitre, j’aperçus un visage familier, sombre, dans la lumière surnaturelle. Aussi décrépits que dépourvus de tout sentiment encore vif, on venait de se retrouver, vieillis à la fois sur un destin et un transport en commun, tous les deux : mon alter ego et son alter ego.

  • Soif – Dilan D’Agata

On dirait des vrais zombies. Ils dévorent, sans sourciller, les familles et les rêves. S’en prennent aux plus jeunes, aux plus âgés, à qui se trouve entre les deux, aux hommes, aux femmes, à qui se trouve entre les deux. Je me dis parfois que rien, jamais, ne saurait mettre un terme à leur violence, qui s’exerce la nuit comme le jour, sans peur de la lumière ni des conséquences. Ils s’en prennent à tout ce qui respire, à la vie elle-même, tuant souvent à mains nues. À main levée, dit-on dans l’hémicycle.

  • Lacrimosa – Virginie Godon

On dirait des vrais zombies, marchant à l’unisson d’un pas cadencé, derrière le corbillard où est enfermé l’être cher.

On dirait un cortège funèbre de zombies aux tenues vestimentaires des plus sordides, le teint opalescent, l’œil hagard, avançant dans un silence de mort ponctué de quelques gémissements plaintifs.

Le fourgon funéraire s’arrête subitement.

Je sors de mon cercueil ; ouvre la porte arrière, décidée à mordre goulûment tous ceux qui ont fait le déplacement pour moi.

  • Une histoire de bureau – Sophie Maublanc

On dirait des vrais zombies, qui se relèvent de leurs tombes la nuit quand tout est calme pour le surprendre dans son sommeil et lui dévorer les entrailles.

Ils n’ont pas dormi depuis des mois, n’existent plus, ne sentent plus rien.  Hier encore à son appel, ils ont accouru tels des chiens prêts à lui lécher les mains. Et lui, lui qui ne sait que leur pisser sur les pieds avec son regard hautain.

Aujourd’hui c’est fini, ils ne supporteront plus un seul “ah non, c’est pas ça”.

Aujourd’hui on butte le chef.

  • Les cauchemars revenaient souvent dans ses rêves – Alicia Perris Villamor

« On dirait des vrais zombies… », mais ils étaient bien vivants, ces monstres. Apparemment ils dorlotaient la fillette mais tuaient ses animaux l´un après l´autre. Méline les adorait : la poule pygmée, le lapin blanc, un poney, deux canards et un mouton. La famille les avait mangés ou vendus sans aucune justification. Ils simplement disparaissent.

Sa mère a enfin dévoilé le mystère. Brutales horreurs gratuites d´enfance. Ces pertes, cette barbarie inoubliables. Une haine sans fin pour ces pourris et leur sanglant héritage. Malades, les victimes ne vous laisseront pas de repos.

EN ESPAÑOL: 

  • ¿Lo dijo así Platón? – Clara Elisa Álvarez Ríos

Son como zombis, pensaba. Sí, transitan por los vericuetos del cerebro y zigzaguean por sus circunvoluciones, libres de coercitivas señales de tráfico. Ninguno cede el paso. Cualquier dirección, una y la contraria, es buena para ellos. Se adelantan unos a otros, aparcan donde les place, y donde quieren se detienen. Sí, son como ágiles zombis los pensamientos. A veces, alguno enamora a un grupo de neuronas tractrices. Se nota enseguida, porque van soltando chispazos por sus dendritas iluminándolo todo. Entonces, atención, puede surgir un poema, la Ilíada, un teorema o, más modestamente, un microrrelato.

  • Producción que encadena – Lara Ferguson Vázquez de Parga

Son como zombies, pensaba mientras doblaban un jersey tras otro. Era un trabajo interminable. Les intenté preguntar dónde se encontraban las sudaderas lisas, pero no me escuchaban. La tienda parecía un avispero, entraban riadas de gente, cogían una prenda y la soltaban, desdoblada, en busca de otra. Tras mucho escarbar, encontré la sudadera que buscaba. Parecía un trofeo. El precio era imbatible. Tras el triunfo me embargó la angustia; sentí que era parte de una espiral de consumo enloquecido. Doblé la sudadera con esmero y se la di a una de las dependientas que, atónita, me dio las gracias. 

  • Están aquí – Ignatius Oscoz

Son como zombies, pensaba mientras no los observaba con asco. Tan cerca, tan deformes, pidiendo en silencio ser descuartizados. Solo contaba con una navaja albaceteña, pero bien afilada y de tamaño considerable. Los miró más de cerca. Malditos zombies, se iban a enterar. Empuñó con fuerza la navaja y atacó al primero. Clavó fuerte y brotó mucha más sangre de la que esperaba. La sintió resbalar por su mano, caliente y gorda. Uno menos. Y no iba a parar hasta dejarse la cara entera limpia de granos.

  • Acorraladas – María José Rubio Rueda 

Son como zombies, pensaba mientras las veía revolotear por el corral. La gallina jefa ordenaba el escuadrón; las más jóvenes abrían camino, las demás cubrían ambos flancos mientras que las dos gallinas más veteranas cerraban la comitiva. La noche se cernía sobre ellas, pero no tenían miedo. Allá afuera estaba el enemigo. Cacareaban cada vez más alto como si dijeran ‘el espolón no perdonará al ladrón’. La luna coronaba el cielo cuando se escuchó el aullido acostumbrado. Todas tomaron posiciones con la esperanza de que, esa noche, tal vez, la sangre que se derramara no fuera la suya.

  • Una luz diferente – Celia Zafrilla

Son como zombis, pensaba mientras subía al tren. Se giró hacia su madre, asustado, pero ella también era uno de ellos.  Miraba atónito a su alrededor, todos en la misma postura: cabeza agachada, móvil entre las manos y sus rostros grises iluminados por esa luz artificial.

De repente, vio en el vagón una chica con algo diferente entre las manos, que emanaba una luz distinta alumbrando su rostro vivo y lleno de colores. Se acercó a ella sin que su madre se enterase y le preguntó:

¿Qué haces?

 Ella levantó la mirada, sonrió y le contestó: Estoy leyendo.

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GANADORES DE LA Iª EDICIÓN DEL CONCURSO BILINGÜE DE MICRORRELATOS FRANCÉS – ESPAÑOL