La creatividad de Picasso surgió de dos inspiraciones aparentemente opuestas: la innovación y la retrospección, y ha sido precisamente la interacción de estos dos conceptos la que ha definido los caminos creativos que le permitieron entrelazar el cubismo, el clasicismo, el surrealismo y otras innovaciones en la unidad de la obra de toda una vida. Basándose en estas percepciones, Pablo Picasso: estructuras de la invención. La unidad de una obra, comisariada por Michael Fitzgerald, está concebida para involucrar al espectador en el proceso creativo del artista y estimular su imaginación, creando una nueva cartografía que nos permita comprender su arte y sus procesos de creación.

Además, las salas de la colección acogerán cinco exposiciones con un foco concreto, comisariadas por un grupo de investigadores involucrados en el Programa de Investigación FABA, con el fin de profundizar en cuestiones centrales para el desarrollo artístico de Picasso: como su relación con la escultura africana, sus pinturas sobre paneles de madera, su regreso a la escultura en yeso en la década de 1930, sus respuestas artísticas a la vida en París durante la Segunda Guerra Mundial y el mural que pintó en 1957-58 para la sede de la UNESCO de la capital francesa.

Esta instalación hace evidente la coherencia de la producción artística de Picasso, apartándose de las convencionales interpretaciones que clasifican su trabajo por períodos, presentando en cada sala obras procedentes de distintas décadas de su carrera que combinan cronologías, técnicas y etapas, para poner de relieve como la asombrosa creatividad del artista permaneció arraigada tanto en sus creaciones anteriores como en sus últimas innovaciones.