El bosque parece una entidad alejada de la ciudad, en el ideario colectivo casi parecen conceptos antagónicos y sin embargo conviven en un mismo ecosistema. Sin ir más lejos, bosques urbanos y de ribera, sotos y galachos rodean Zaragoza y ese es el origen de El mundo es bosque. Madera, tierra, rocas y agua de los bosques zaragozanos forman parte de esta exposición para mostrar un bosque recreado, una distopía donde la sociedad no distingue entre bosque y mundo natural, coexiste con el mundo silvestre y la ecología forestal rige el ritmo de sus habitantes. El mundo es bosque es un constelación de obras con temáticas que abordan el bosque como ecosistema y la relación simbiótica entre seres sintientes, desbordando la visión antropocéntrica del mundo para plantear desde la instalación, interconexiones entre seres vivos.

Es un recorrido activo por el conocimiento de nuestro mundo desde la intuición para llegar al
intelecto. Tres artistas de reconocida trayectoria y prestigio presentan tres grandes instalaciones
que se relacionan armónicamente desde la individualidad para dibujar relaciones vitales
con el bosque como metáfora y como sujeto. La tecnología presente pero subyacente
articula las instalaciones dejando todo el protagonismo a la naturaleza. La experiencia
de esta propuesta organicista es intima y oscila entre la especulación sobre el mundo que es y
que no conocemos y el que está por venir, quizás ya sin nosotros.

|  19:00 Bienvenida a la exposición.

|  19:30 Foralgues Concierto 
Presentación de asistentes al evento. Píldoras informativas a Utopía en cuerpo, al son de la consciencia. 

¿Y si, en un proceso evolutivo muy lento, la humanidad se convirtiera en un solo cuerpo con su entorno? ¿Un cuerpo sensible, capaz de percibir lo invisible, de comunicarse con las especies que comparten su existencia y de sintonizar sus latidos con los ritmos de plantas y animales? DOCE MIL VEINTE sitúa el cuerpo en un futuro reconciliado, dentro de diez mil años, en una era holística en la que todos seríamos capaces de vibrar con el mundo a través de la escucha sensible de los seres vivos.  

Basada en la investigación recurrente de la artista, DOUZE MILLE VINGT forma parte de un proceso de trabajo continuo sobre las frecuencias sonoras y su campo de aplicación.

Foralgues es un capítulo de mas de Doce Mil Veinte. Equipado con un transductor, cada participante será invitado a explorar su cuerpo y sus sentidos, a sentir las vibraciones inducidas por los músicos Clara Riviere, Victor Lopez Peña y las vocalizaciones animales y humanas producidas por Julie Semoroz. De este modo, cada participante se convierte en un sonido durante un concierto acústico y vibratorio. 

|  20:00 Dialogo y cóctel. Intercepción, neurociencia y vibración con Didier Grandjean, profesor de la Universidad de Ginebra en la Facultad de Psicología y Educación (CISA UNIGe, Campus Biotech, NCCR Evolving Language), Julie Semoroz (artista) y moderado por Blanca Pérez  Ferrer Comisaria de la Exposición.